Celebración de hoy

San Francisco Caracciolo, Sacerdote y fundador: Biografía y vida
2 Pedro 3,12-15a.17-18.
Amados: esperen y apresúrense a la llegada del día de Dios, a causa del cual los cielos serán disueltos en llamas y los elementos fundidos por el fuego. Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche. Tengan en cuenta que la paciencia del Señor es para nuestra salvación.
Hermanos míos, ustedes están prevenidos. Manténganse en guardia, no sea que, arrastrados por el extravío de los que hacen el mal, pierdan su firmeza. Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria, ahora y en la eternidad!
Salmo 90(89):
«En todo tiempo, Señor, has sido nuestro refugio». (R)
Antes de que nacieran los montes, la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios. /R.
Vuelves al hombre al polvo, diciendo: «Volved, hijos de los hombres». Porque mil años a tus ojos son como el día de ayer, ya pasado, o como una vigilia de la noche. /R.
Setenta es la suma de nuestros años, u ochenta, si somos fuertes, Y la mayor parte de ellos son trabajo infructuoso, pues pasan deprisa y nos alejamos. /R.
Llénanos al amanecer de tu bondad, para que gritemos de gozo y alegría todos nuestros días. Que tu obra sea vista por tus siervos y tu gloria por sus hijos. /R.
Marcos 12,13-17.
En aquellos días, le enviaron a Jesús a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarlo o no?». Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario». Cuando se lo mostraron, preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?». Respondieron: «Del César». Entonces Jesús les dijo: «Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios». Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta. Palabra del Señor.