Celebración de hoy
San Nicolás de Tolentino, Patrono de las almas del Purgatorio
Lecturas del día
1° Lectura: Colosenses 3,1-11.
Ya que habéis vuelto a la verdadera vida con Cristo, debéis buscar las cosas que están en el cielo, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pensad en las cosas celestiales, no en las terrenales, porque habéis muerto, y la vida que tenéis está escondida con Cristo en Dios. Pero cuando Cristo se manifieste -y él es vuestra vida-, también vosotros os manifestaréis en toda vuestra gloria con él. Por eso debéis matar en vosotros todo lo que solo pertenece a la vida terrena: la fornicación, la impureza, la pasión culpable, los malos deseos y, sobre todo, la avaricia, que es lo mismo que adorar a un dios falso; todo esto es el tipo de comportamiento que enfurece a Dios. Y es el modo en que vivíais cuando estabais rodeados de personas que hacían lo mismo, pero ahora vosotros, más que nadie, debéis renunciar a todo esto: a enfadaros, a tener mal genio, a ser rencorosos, a hablar mal y a decir groserías; y a no mentiros nunca los unos a los otros. Os habéis despojado de vuestro viejo comportamiento con vuestro viejo yo, y os habéis revestido de un nuevo yo que progresará hacia el verdadero conocimiento cuanto más se renueve a imagen de su creador; y en esa imagen no hay lugar para la distinción entre griego y judío, entre circuncidado o incircunciso, o entre bárbaro y escita, esclavo y hombre libre. Solo existe Cristo: Él es todo y está en todo.
Salmo 145(144): Qué bueno es el Señor con todos. (R)
Te bendeciré día tras día y alabaré tu nombre eternamente. El Señor es grande, digno de alabanza, su grandeza no se puede medir. /R.
Todas tus criaturas te darán gracias, Señor, y tus amigos repetirán su bendición. Hablarán de la gloria de tu reinado y declararán tu poder, oh Dios. /R.
Para dar a conocer a los hombres tus proezas y el esplendor glorioso de tu reinado. Tuyo es un reino eterno; tu reinado dura de edad en edad. /R.
Evangelio: Lucas 6,20-26.
En aquellos días, Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Dichosos ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Dichosos ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Dichosos ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! ¡Dichosos ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban su nombre, considerándolo infame, a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo! ¡De la misma manera, los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera, los padres de ellos trataban a los falsos profetas!». Palabra del Señor.
