La celebración de hoy
Francisca de Paula de Jesús (Nhá Chica) Madre de los pobres
Coronilla a la Misericordia
Reza ahora la
Coronilla
Jesús en ti Confío
Coronilla a la Divina Misericordia de Hoy Sábado y Consagración
Lecturas del día
Maria, hoy, se nos invita a examinar no solo lo que decimos, sino cómo lo decimos y desde dónde lo decimos.
Presta atención a las lecturas de hoy.
Primera lectura: 2 Corintios 5,14-21.
Hermanos y hermanas, el amor de Cristo nos apremia, al considerar que si uno solo murió por todos, entonces todos han muerto. Y él murió por todos, a fin de que los que viven no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Por eso nosotros, de ahora en adelante, ya no conocemos a nadie con criterios puramente humanos; y si conocimos a Cristo de esa manera, ya no lo conocemos más así.
El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente. Y todo esto procede de Dios, que nos reconcilió con él por intermedio de Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Porque es Dios el que estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, no teniendo en cuenta los pecados de los hombres, y confiándonos la palabra de la reconciliación. Nosotros somos, entonces, embajadores de Cristo, y es Dios el que exhorta a los hombres por intermedio nuestro. Por eso, les suplicamos en nombre de Cristo: Déjense reconciliar con Dios. A aquel que no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros seamos justificados por él.
Salmo 103(102): El Señor es bondadoso y misericordioso. (R)
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser, bendice su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. /R.
Él perdona todas tus iniquidades, sana todas tus dolencias. Rescata tu vida de la destrucción, te corona de bondad y compasión. /R.
No reprende para siempre, ni mantiene su ira para siempre. No nos trata según nuestros pecados, ni nos paga según nuestras iniquidades. /R.
Porque tan alto como están los cielos sobre la tierra, así es de grande su bondad para con los que le temen. Tan lejos como está el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones. /R.
Evangelio: Mateo 5,33-37.
En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: «Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: «No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor». Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. Palabra del Señor.
