Evangelio de hoy viernes, 26 de septiembre, 2025

Celebración de hoy

San Cosme y San Damián: Patronos de los médicos y farmaceutas



San Cosme y San Damián eran hermanos gemelos médicos mártires: Atendían a los más pobres sin cobrarles consultas ni remedios, solo les hablaban de Jesús

Lecturas del día

1° Lectura: Ageo 2,1-9.

En el segundo año del rey Darío, el día veintiuno del mes séptimo, vino la palabra del Señor por medio del profeta Ageo: Di esto al gobernador de Judá, Zorobabel, hijo de Salatiel, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y al resto del pueblo: ¿Quién queda entre vosotros que haya visto esta casa en su antigua gloria? ¿Y cómo la veis ahora? ¿No os parece nada a vuestros ojos? Pero ahora ten valor, Zorobabel, dice El Señor, y anímate, Josué, sumo sacerdote, hijo de Josadac, y animaos, todos los pueblos de la tierra, dice El Señor, y trabajad. Porque yo estoy con vosotros, dice el Señor de los ejércitos. Este es el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, y mi espíritu continúa en medio de ustedes; ¡no teman! Porque así dice El Señor de los ejércitos: Un momento todavía, un poco de tiempo, y haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca. Sacudiré a todas las naciones, y entrarán los tesoros de todas las naciones, y llenaré de gloria esta casa, dice El Señor de los ejércitos. Mía es la plata y mío el oro dice El Señor de los ejércitos. Mayor será la gloria futura de esta casa que la anterior, dice El Señor de los ejércitos; Y en este lugar te daré la paz, dice El Señor de los ejércitos.

Salmos 43(42): Espera en Dios; lo alabaré, mi salvador y mi Dios. (R).

Hazme justicia, oh Dios, y libra mi combate contra un pueblo sin fe; del hombre engañoso e impío rescátame. /R.

Porque tú, oh Dios, eres mi fuerza. ¿Por qué me tienes tan lejos? ¿Por qué tengo que andar de luto, con el enemigo oprimiéndome? /R.

Envía tu luz y tu fidelidad; me guiarán y me llevarán a tu monte santo, a tu morada. /R.

Entonces entraré en el altar de Dios el Dios de mi alegría y de mi gozo; entonces te daré gracias con el arpa, ¡oh Dios, mi Dios! /R.

Evangelio: Lucas 9,18-22.

En aquellos días, en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado». «Pero ustedes», les preguntó, «¿quién dicen que soy yo?». Pedro, tomando la palabra, respondió: «Tú eres el Mesías de Dios». Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie. «El Hijo del hombre», les dijo, «debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día». Palabra del Señor.

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