Evangelio de hoy viernes, 29 de agosto, 2025

Celebración de hoy

Martirio de San Juan Bautista: Fiesta conmemorativa



El martirio de San Juan Bautista es ejemplo de morir como mártir del deber, anunciando la verdad del Señor y denunciando las obras estériles del mal

Lecturas del día

1° Lectura: Jeremías 1,17-19.

La palabra del Señor se dirigió a mí, diciendo: «Prepárate para la acción. Levántate y diles todo lo que te mando. No desmayes ante su presencia, o en su presencia te haré desmayar. Yo, por mi parte, hoy haré de ti una ciudad fortificada, una columna de hierro y un muro de bronce para que te enfrentes a toda esta tierra: a los reyes de Judá, a sus príncipes, a sus sacerdotes y a la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte: es el Señor quien habla».

Salmo 71(70): Mis labios hablarán de tu auxilio. (R)

En ti, Señor, me refugio; que nunca me avergüence. En tu justicia, rescátame, libérame: préstame atención y sálvame. /R.

Sé una roca donde pueda refugiarme, un baluarte poderoso que me salve; porque tú eres mi roca, mi baluarte. Líbrame de la mano de los malvados. /R.

Eres tú, Señor, mi esperanza, mi confianza, Señor, desde mi juventud. En ti me he apoyado desde mi nacimiento, desde el vientre de mi madre has sido mi ayuda. /R.

Mis labios hablarán de tu justicia y cada día de tu ayuda. Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud y aún proclamo tus maravillas. /R.

Evangelio: Marcos 6,17-29.

En aquellos días, Herodes había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano». Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le aseguró bajo juramento: «Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino». Ella fue a preguntar a su madre: «¿Qué debo pedirle?». «La cabeza de Juan el Bautista», respondió esta. La joven volvió rápidamente donde estaba el rey y le hizo este pedido: «Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron. Palabra del Señor.

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